La fotografía de boda hay que hacerla con mucho mimo, como si se tratase de algo sencillo pero a la misma vez enrevesado, ya que los novios quieren tener esa magia en cada una de las fotos que hay en el álbum.

Para el pre-boda de Fátima y Juan escogimos un lugar a penas transitado y un poco abandonado, quizás son de esos lugares que te traen nostalgia, tranquilidad y un equilibrio perfecto para encontrar esa magia que buscamos. Unas viejas vías del tren fue el lugar idóneo .

Son divertidos, amables, Juan se dejaba llevar y Fátima es de las que tiene las ideas súper claras a la hora de saber que le gusta o no. Y si a ese le sumamos que llevan toda la vida juntos y que su complicidad era brutal, podéis imaginaros que como fotógrafo de bodas me lo pusieron muy fácil.

Siempre digo que el pre-boda es muy importante, para que los novios se suelten y yo los conozca, pasar un día juntos nos da más libertad de movimiento antes del día de la boda. Se familiarizan con las cámaras y yo busco la mejor fotografía posible para ellos.

Quedarán en mi memoria anécdotas como que la palabra fox fue una motivación extra, que los abanicos nos dieron bastante juego y porque no, también unas cuantas risa, recuerdos… Y que siendo él de Corvera y ella de Fuente Álamo, unas viejas vías del tren unieron dos caminos de algo que solo ha empezado a rodar, a pesar de llevar muchos años en funcionamiento. Un pre-boda cargado de emociones y con mucha chispa entre ellos, seguimos sumando momento.