PREBODA FERNANDO Y SHEILA
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No podéis imaginar los lugares sin sentido que dan vida y recuerdo a una foto. Esta fue una de esas situaciones, porque teniendo las ideas claras y sabiendo que es lo que quieres, puedes hacer cosas increíbles. Les propuse dos lugares totalmente diferentes, porque la variedad siempre nos da más juego a la hora de hacer fotos. Uno más íntimo, más formal, más elegante y otro todo lo contrario, lleno de rutina y mucho más cotidiano.
Sheila y Fernando son todo lo contrario pero me demostraron que por eso están tan enamorados, lo que no tiene el uno, lo tiene el otro y así se complementan formando una pareja que ha decidido dar este gran paso. Intenté que se lo pasaran bien, ya que a Fernando las fotos no son lo suyo y creo que lo conseguimos. La toma de contacto con ellos fue muy buena, la verdad que me lo pusieron bastante fácil. Y no puedo dejar de mencionar una anécdota que me llevé aquel día, Fernando quería que acabásemos pronto para ver a su equipo de futbol pero le salió mal la jugada cuando se dio cuenta de que jugaba al día siguiente y no pudo escaparse de unas cuantas horas más conmigo.
Fue un pre-boda largo, empezamos al medio día y terminemos casi de noche. La verdad que aguantaron el ritmo y me aguantaron a mí, que a veces no es nada fácil. Pero creo que valió la pena ese esfuerzo. Un pre-boda diferente y lleno de vida, me gusta que cada foto transmita algo más que una simple pose o una sonrisa forzada.
No sé cómo llegarían ellos a casa, pero os aseguro que yo estaba agotado. Esto solo es el comienzo pareja, ahora vamos a preparar una boda de ensueño…