Los post-bodas siempre suelen ser más tranquilas, no por ello menos productivos. Con Paqui y Luis Carlos decidimos irnos a Granada, sabiendo que allí íbamos a encontrar lugares tan cotidianos como peculiares. La Alhambra fue uno de los sitios los cuales visitemos, perplejo, encantado, alucinado por esa obra de arte que pudimos disfrutar y sacar unas fotos tan bonitas como las que os enseño hoy.  Más relajados, los novios disfrutaron de un entorno enamoradizo que nos llevó a épocas antiguas y nos sirvió para darle forma a un recuerdo inmejorable. Para no quedarnos con las ganas, fuimos a unas cascadas realmente preciosas, los paisajes naturales dan vida a cualquier momento que le pongas y a nosotros nos dio todo lo que queríamos. Fue una auténtica aventura el pasar ese día en Granada, encontrar lugares tan bonitos y poder compartirlo al lado de ellos.