Hoy os dejo con un pre-boda muy especial. ¿Sabéis por qué? Madrid fue la ciudad elegida por Andrés y Loli para hacer nuestra primera toma de contacto y Madrid es la ciudad dónde me formé y dónde viví muchos momentos que recordaré siempre.

Así que el escenario me lo conocía bastante bien, es más, era una tarea pendiente que tenía, recorrer la Gran Vía e inmortalizar momentos entre medio de tanta gente, pasear por el retiro, visitar el Palacio de Cristal o hacer parada en la estación de tren. Son lugares concurridos, lugares que podrían contar mil historias cada día y a mí me gusto que sea un capítulo de tantos entre Loli y Andrés.

Lo disfrutamos como niños, Loli es un torbellino que no le teme a nada, me gustó su predisposición para todo y las ganas de más y Andrés es un tío natural, sencillo pero con mucho rollo y juntos forman una pareja perfecta.

Creo que lo disfrutaron tanto como yo, que el día no se hizo ni mucho menos pesado y que tenemos un pre-boda único, diferente y original. Por último quiero dar las gracias a Celeste, una maquilladora estupenda que ayudó a que todo estuviese en el plano perfecto. También gracias a ellos, Andrés y Loli, gracias por darme la oportunidad de conoceros y trabajar para vosotros, como os digo, esto solo es una toma de contacto, el principio de algo muy bonito.