Miguel Ángel & Cristina
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Hoy os dejo con una boda y un post-boda que tenía muchas ganas de que vieran la luz. Con Cristina y Miguel Ángel me trasladé a un lugar que esta acondicionado y preparado, como lo es Hotel Executive Sport, para celebrar un día tan especial como este.
Ambos decidieron vestirse en el hotel, y como he dicho unas cuantas veces, los hoteles nos dan espacios que normalmente en casa no los tenemos, consiguiendo así unas fotos increíbles.
Empezamos con Cristina, rodeada de sus amigas y su hermana, que compartieron momentos, risas y recuerdos con una botella de champan en mano y unos cuantos bailes para calmar los nervios. Después tocó la sesión de peluquería, donde dejaron a una novia radiante y por último y lo más importante fue la hora de vestirse, acompañada de su padre de su madre y su hermana, se sintió tranquila, acogida y con ganas de disfrutar todo lo que estaba por llegar.
Ahora era el turno de Miguel Ángel, que con la compañía de sus amigos y unas cuantas cervezas calmaron los nervios jugando a los bolos. En el momento de vestirse estuvo acompañado de su familia, con la que tiene complicidad y que se prestaron a todo.
La ceremonia tuvo lugar en “EL lago” de Executive Sport, una ceremonia peculiar con los compañeros de Miguel Ángel envainando sus espadas, emotivas porque él se emocionó con tan solo ver a Cristina aparecer y especial porque los caso un gran amigo de la familia. Sin duda hubo momentos que te robaban el corazón y la magia invadió todo nuestro alrededor para hacer un recuerdo único y para muchos imborrable.
Ya como marido y mujer, quisieron que la celebración fuera no solo suya, sino de todos los que ese día quisieron acompañarlos. Entraron bailando acompañados de los amigos, hubo muchos detalles que hicieron saltar más de una lágrima y una barra libre muy animada. Sin duda un día perfecto para ellos, mi objetivo fue que no quería perderme absolutamente nada y creo que lo conseguí.
POST-BODA
Para el post-boda, elegimos dos sitios muy diferentes, uno fue el centro de Cartagena. Queríamos algo más desenfadado, que pudieran soltarse la melena sin protocolos, que disfrutasen de ellos, de la complicidad y el cariño que se tienen. Y por último nos trasladamos a un sitio atípico, muy diferente, como son las salinas de Torre Vieja, donde nos encontramos con un atardecer que enamora a la vista y que nos dio muchísimo juego.
Cristina y Miguel Ángel, me despido con un hasta luego y dando las gracias por la oportunidad que me brindasteis al poder trabajar junto a vosotros. Ha sido un auténtico placer compartir con vosotros este día. Quién no quiere un amor puro, de los de verdad, los que no duelen con el paso del tiempo, los que se miran y se entienden, los que para ellos el reloj nunca para de fabricar recuerdos.
Un amor sin barreras, sin mentiras ni miedos, un amor sin espinas ni rotos, quién no quiere un amor como el vuestro. Sed felices pareja, os deseo todo lo mejor.