Ella coqueta y con mucha energía, él tímido pero sorprendente, dicen que los polos opuestos se atraen y yo no sé si serán opuestos o no… lo que vi aquel día fue de una pareja de novios envidiable.

Bartolomé y Lucia tienen una familia encantadora, unos padres que tienen ganado el cielo,  unos sobrinos que ponen la casa patas arriba pero que sin ellos las risas no serían las mismas y unos amigos que han estado junto a ellos casi toda la vida. Así podría escribir lo que vi en ambas casas, una familia unida, con ganas de que llegase ese día.

La ceremonia fue en un lugar precioso, teníamos a nuestros pies el Puerto de Mazarrón, ese lugar tuvo algo de especial y a pesar de conocerlos desde hace años me sorprendieron, no solo por lo radiantes que se veían sino porque los vi emocionados, entregados, realmente enamorados. La complicidad que tuvieron eran chispas que contagiaban al resto, se podía ver en el ambiente la ilusión que había por ese SI QUIERO. Familia, amigos, hermanos, nadie quiso perder la oportunidad de dedicarle algunas palabras a la pareja, todos querían desearle que fueran tan felices como en aquel momento reflejaban sus caras.

Una fiesta por  todo lo alto donde hubo momentos para todo, bailes con los peques de la casa, risas, recuerdos, videos de los amigos que pusieron a todo el mundo en volandas, sin duda momentos para dejar vivir siempre en la memoria de cada uno de ellos.